Nutrición Estética

Con el aumento de la expectativa de vida, las personas buscan cada vez más métodos alternativos para verse mejor, prolongar la apariencia joven y bonita. Se dice que nacer bello es obra de la naturaleza pero que mantenerse bello es obra de arte, arte profesional se diría y siendo específicos, multidisciplinario. Los recursos para lograr este objetivo son cada vez más perfeccionados y avanzados, desde modernas técnicas correctivas como el botox, técnicas de relleno y reposición de volumen, cirugías plásticas, laser, hasta técnicas menos invasivas. La importancia dada a la apariencia física es notable en la actualidad, con el consecuente crecimiento y expansión de las industrias afines. Cada vez más, el modelo de belleza viene ganando fuerza y no se restringe a una faja etaria específica y ni es exclusividad del género femenino, si bien hay una demanda mayor por parte de este grupo.

Es conocido el dicho de “lo que realmente interesa es la belleza interior” … hoy en día este dicho se encaja en un nuevo escenario, el nuevo concepto de belleza interior o conocido como Beauty from inside donde la nutrición es la protagonista. Se basa fundamentalmente en lograr el equilibrio entre el medio externo e interno, adecuando la alimentación y equilibrando los nutrientes con el objetivo de auxiliar en la prevención y disminución de procesos inflamatorios responsables por el envejecimiento de la piel, PEFE (celulitis), gordura localizada y otras alteraciones estéticas. Si bien existen innumerables tratamientos estéticos prometedores surgiendo todos los días, es reconocido el papel fundamental que desempeña una alimentación correcta, hábitos saludables y el equilibrio de nutrientes no solamente en el mantenimiento y restauración de la salud sino también en el mantenimiento de un aspecto bonito. Una alimentación saludable y equilibrada provee todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo, y la salud del cuerpo a su vez se refleja en la piel, cabellos y uñas. Deficiencias de nutrientes y excesos de alimentos ricos en grasa saturada, carbohidratos simples y sodio, sobrecargan nuestros sistemas, como consecuencia producen oxidación y daño celular resultando en el favorecimiento de la aparición de ojeras, PEFE (celulitis), acné, caída de cabellos, uñas frágiles y con manchas, gordura localizada, además de la aceleración del proceso de envejecimiento y otras quejas comunes de las mujeres relacionadas a la estética. Aunque no existan alimentos milagrosos, muchos son fuentes de nutrientes específicos que pueden de hecho aportar importantes beneficios para la estética y el bienestar.

Con el objetivo de prevenir o atenuar las alteraciones estéticas y lograr el mantenimiento de los resultados obtenidos con procedimientos estéticos o quirúrgicos surge la Nutrición en Estética como especialidad. Según la Dra. Aline Petter Schneider, pionera en el área de nutrición estética en el Brasil, la nutrición estética implementa un cuidado nutricional que, además de los requisitos fundamentales aplicados a la prevención o tratamiento de enfermedades también atiende las necesidades estéticas del individuo con el objetivo de mejorar la apariencia física, la salud y la autoestima del mismo. La nutrición es una ciencia en constante avance y evolución, por lo tanto, debe adecuarse a las exigencias de la época, hoy en día la búsqueda por orientación nutricional ha crecido de manera exponencial, lo que exige que el profesional de la nutrición esté atento a los procedimientos, tratamientos, productos e intervenciones nutricionales ajustados a la realidad y a las características físicas, sociales, fisiológicas y psicológicas de cada individuo. Trabajar con herramientas que puedan interferir en la autoestima y la satisfacción de la imagen corporal es un fenómeno complejo. Vivir más, con buena salud y en buena forma, es hoy una preocupación que pasa por todos los estratos de la sociedad, por lo que no deberíamos limitar nuestro trabajo a los efectos internos que los nutrientes proporcionan al organismo, sino también a los efectos externos y visibles al ser humano.