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Fitoterapia

Diferencias entre los tés

By 1 de marzo de 2022marzo 24th, 2022No Comments

Té blanco, verde, rojo y negro ¿cuáles son sus características?

En los países orientales, la práctica milenaria de consumir el té está llena de significados; representa la verdadera unidad entre la naturaleza y el ser humano.

El consumo regular de té ofrece diversos efectos protectores al organismo, debido a la reducción del proceso inflamatorio de una manera general, auxiliando en la prevención de diversas enfermedades crónicas tales como el cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, además de auxiliar en el descenso de peso cuando es asociado a cambios en la alimentación y estilo de vida.

Los tés blanco, verde, rojo y negro provienen de la misma planta, Camellia Sinensis, originaria del sudeste asiático, y se someten a diversas formas de cosecha y fermentación. Por este motivo las propiedades son diferentes en cada tipo de té.

Características

Té blanco: Son las hojas más jóvenes de la Camellia Sinensis. Es cosechado cuando todavía es un brote, y no pasa por métodos que eliminan parte de sus antioxidantes naturales. Por esta razón tiene más potencial antioxidante y menos cafeína concentrada, por lo que una persona con hipertensión arterial podría consumirla. Contiene una importante cantidad de polifenoles, que se encargan de mejorar las defensas del organismo y suprimir la actividad oxidante de los radicales libres. Por lo que es una interesante fuente de antioxidantes.

Té verde: También es obtenido de las hojas de la Camellia Sinensis, pero éste es sometido a un proceso poco después de la cosecha y el secado, donde se inactivan las enzimas que pueden degradar las catequinas, que son los principales componentes del té y que ejercen efectos beneficiosos para la salud.

El té verde contiene seis compuestos primarios de catequina, así como alcaloides entre los que se incluyen la cafeína, teobromina y teofilina. Estos alcaloides producen los efectos estimulantes del té. La L-teanina, un aminoácido compuesto, ha sido estudiada por sus efectos calmantes en el sistema nervioso.

Es el más amargo de los tés y el que más estudios posee sobre sus propiedades terapéuticas. Sus acciones demostradas son: antioxidante, antiinflamatorio, diurético, protege contra las enfermedades neurodegenerativas, reduce la absorción de colesterol LDL (colesterol malo) y triglicéridos, aumenta el gasto energético y la oxidación de grasas, entre otros.

Las personas con problemas cardíacos, renales, úlceras estomacales y trastornos psicológicos, así como las mujeres embarazadas y en período de lactancia deberían evitar su consumo.

Té Rojo: Pasa por un largo proceso de fermentación, que lo hace diferente del té verde en varios aspectos. Está hecho con hojas y brotes de la Camellia Sinensis parcialmente fermentados obtenidos en las diferentes etapas de su desarrollo, posee un sabor dulce, su aroma y sabor son más suaves que los tés negro y verde.

Evidencias sugieren que este té, además de su efecto en la oxidación de grasas, también podría tener efectos beneficiosos en la reducción del colesterol, como desintoxicante y acelerador del metabolismo.

Té negro: Este té pasa por un proceso de elaboración que consta de las siguientes etapas: marchitamiento, enrollado, fermentación y finalmente secado.

El té negro contiene abundantes taninos, químicos astringentes, con propiedades antiinflamatorias para el aparato digestivo. Además, cuenta con un índice de teína más elevado que el resto de los tés. La teína está relacionada con el aminoácido glutamato, que estimula la actividad cerebral.

Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares debido a que contiene antioxidantes, si bien en menores concentraciones que en el té blanco y verde. Es rico en minerales, tales como el zinc, cromo, manganeso, potasio, fósforo y flúor. Debido a su contenido en flúor colabora en la prevención de las caries dentales.

El consumo ideal de té para garantizar los beneficios de los antioxidantes es de 4-5 tazas al día. Es importante mencionar que deben ser consumidos alejados de las comidas principales (por lo menos 45 a 50 min), debido a la concentración de taninos, que son sustancias que inhiben la absorción de nutrientes (principalmente el hierro y el calcio).

Además, se debe tener en cuenta que debido a la presencia de cafeína debe evitarse su consumo por las noches ya que podría interrumpir el sueño, así mismo las personas con hipertensión arterial, gastritis crónica, úlceras gastroduodenales y con ansiedad severa deberían tener precaución.

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